Aquella blonda llamada Raquel...
Guerrera color cobre que enfrenta la pelea que le da la vida llena de tintes de diva, defiende sus intereses de manera única, aplanando las esquirlas que el destino pretende meterle en los ojos.
Nadie sabe bien si aprendió o nació con el fuego en el alma, pero se incendia en su pasión día a día, alentando a aquellas mujeres que arenga desde sus entrañas hasta verlas caminar y luego dar pelea como las mejores aprendices. Suerte que parió hembras, suerte que mamaron su imperio fémino, suerte que llevan la marca blonda de los ovarios firmes.
Si la ven llorar solo es que la leona dejo pasar sus intenciones blancas por delante y las vio crecer solas. Si la ven quieta es que esta observando para saber cual es el mejor momento para atacar con dientes y uñas sus doradas aspiraciones que desfilan ad honorem en su imaginación...
Raquelita la solían llamar mientras se comportaba como cachorra dosil, y aunque aveces se vuelve mansa no debes confiar... siempre esta dispuesta a volverse tormenta y empapar de talento a sus compañeros de ruta.
Un cordón umbilical como cadena suele abatir miedos y desenfrenos, suele moler inseguridades y castillos de arena con débiles cimientos, suele molestar y hasta aveces herir, pero siempre se sana, se cicatriza y vuelve a sonreir dentro del mejor de los senderos...
