Martes de Marte
No nací irresistible, es una realidad irreversible.
Y que lástima mirá porque hubiera podido disimular toda la locura que hay en mi.
En mi (casi) todo es intenso, improvisado y fuera de contexto.
El tiempo me adoctrinó bastante, al menos en algunas cosas, pero en otras el impulso siempre gana y alza como triunfo la corona analítica de cada uno de mis pasos, que llega después de darlos, claro está.
Soy buena, puedo lograrlo y lo sé.
Mi misión es recuperarme del frío que hiciste que sienta y hoy me siento cada vez más cerca de la llama.
Vos, pequeño hombre de rivotriles y ausencias, no vas a ganar.
Yo, poder del deseo profundo, puedo no perder esta vez.
(No te pasa que aveces hablas sola y la verdad es que no importa si la conversación es coherente?. A mi si.)