Parió hembras
El pasto no es tan suave como les gustaría. Está más bien áspero, amarillo y duro pero no pincha, solo se hace notar.
Descalzas juegan con la manguera. Los dientes blancos reflejan el sol del verano y la alegría de tenerse una a la otra. Se empujan, se aprietan, se ríen, se ponen serias, se empapan, chorrean.
La música es suave y el sonido de mala calidad. No les importa. Solo le importa a él, que se obsesiona con la calidad.
Las mallas húmedas acompañan la piel amarronada por el sol.No son idénticas, pero por lo menos parecidas. Las mismas manos, los mismos ojos y la misma boca, pero sobre todo los mismos hombros. Exactos, tallados, redondos, cubiertos de pelusa rubia.
Se parieron una a la otra. Una obtuvo vida y la otra volvió a nacer.
No les digas que no se mojen, no les digas a comer, no les digas que te incluyan en el ritual, no les digas nada. Dejalas, dejalas...